La FNHGC cede un desfibrilador a la Guardia Civil de Onda (Castellón) para que los guardias puedan auxiliar a los vecinos

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La Fundación Nacional Hermandad de la Guardia Civil ha cedido un desfibrilador portátil de última generación a la Guardia Civil del municipio de Onda (Castellón) para que los agentes tengan la capacidad de auxiliar de inmediato a cualquier ciudadano que necesite ser reanimado tras sufrir una parada cardíaca.

Consciente de que es en el entorno rural donde el vínculo entre los agentes de la Benemérita y la población es más estrecho, el presidente de la Fundación, Eduardo Montolio, considera que “esta iniciativa de carácter científico-sanitario reforzará, si cabe, esa unión, ya que permitirá a los guardias prestar a los vecinos unos primeros auxilios vitales ante un episodio cardíaco sobrevenido”.

El desfibrilador automático instalado en el cuartel de Onda es una herramienta de fácil manejo y completamente segura puesto que es el propio dispositivo quien “decide” aplicar o no la descarga eléctrica tras chequear al paciente. No existe, por lo tanto, ningún riesgo para la persona desvanecida, ya que si el aparato detecta que no está sufriendo un episodio de fibrilación auricular, no realizará la descarga eléctrica.

Esto quiere decir que los guardias pueden utilizar los desfibriladores sin temor a causar daño. No obstante, como hace siempre que dona alguno de estos aparatos, la Fundación también ha financiado un curso de Soporte Vital Básico y uso de desfibrilador para cinco miembros del personal del cuartel de Onda. Técnicos especialistas en reanimación han sido los encargados de impartir este curso homologado a nivel europeo que concluyó con la entrega de los correspondientes diplomas acreditativos, tal como marca la ley.

Asimismo, durante cinco años la Fundación correrá con los gastos de las revisiones y el mantenimiento habitual que requieren este tipo de dispositivos.

Los cardiólogos llevan años insistiendo en la importancia de instalar desfibriladores automáticos en lugares accesibles y próximos a los ciudadanos para tratar de revertir paradas cardíacas o episodios de muerte súbita.

Pese a que en España se producen cada año 45.000 fallecimientos por parada cardiorespiratoria, nuestro país está a la cola de Europa en número de desfibriladores disponibles en lugares concurridos, públicos y accesibles a los ciudadanos. Dada la cercanía a los núcleos de población de las dependencias policiales, la FNHGC tiene en marcha una campaña de donación de desfibriladores automáticos para su instalación en cuarteles de la Guardia Civil y en comisarías del Cuerpo Nacional de Policía.

Colaboración de la FNHGC con la Guardia Civil de la Comunitat Valenciana

Según recalca Eduardo Montolio, “se trata de una pequeña contribución de la que nos sentimos particularmente orgullosos puesto que forma parte de nuestro objetivo fundacional colaborar con la Guardia Civil en todas aquellas iniciativas y actuaciones que faciliten el día a día del Cuerpo, así como su proyección social”. Una cooperación que el presidente de la FNHGC hace extensible al Cuerpo Nacional de Policía.

En el año 2017, la entonces Hermandad de Amigos de la Guardia Civil ya participó en el proyecto de cardioprotección de 9 comandancias, cuarteles y puestos de la Guardia Civil en la Comunitat Valenciana. Sólo unos meses después, el dispositivo instalado en el Cuartel de Torrevieja así como la rápida actuación de una patrulla que se encontraba de servicio salvó la vida de un hombre de 60 años que sufrió un paro cardíaco en las inmediaciones.

La Guardia Civil de la Comunitat Valenciana otorgó un “Reconocimiento” a Eduardo Montolio, presidente de la HAGC, “por su destacada colaboración, activa y desinteresada, con la Guardia Civil por facilitar, de manera desinteresada los desfibriladores ubicados en los distintos acuartelamientos de la Guardia Civil de la Comunidad Valenciana y que ayudarán a salvar vidas de ciudadanos”.

La FNHGC ha cedido ya decenas de dispositivos para su instalación en dependencias tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional en Andalucía, Baleares, Cataluña, Comunitat Valenciana, en la propia sede de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid o en la frontera de La Jonquera y en el puesto fronterizo de La Farga de Moles.